Cáncer y Esperanza

Esperanza y Sobreviviendo al Cáncer: Navegando siempre hacia adelante

¿Quién no ha sido “tocado” por cáncer? ¿Qué enfermedad en el ser humano no genera más esperanza que el cáncer?

La incidencia del cáncer ha aumentado tanto y continuara haciendo en las décadas siguientes que posiblemente todas nuestras familias han sido afectadas incluyendo la suya.

El diagnóstico de cáncer representa un viaje duro, arduo, agotador y repleto de incertidumbres, dudas, temores y retos. En este contexto la esperanza siempre sirve como el faro de luz, iluminando las incertidumbres de un viaje que inician por igual pacientes y sus seres queridos. Las interrelaciones entre la esperanza y la sobrevivencia al cáncer son complejas y con múltiples facetas que dimensionan aspectos psicológicos, sociales, emocionales y fisiológicos.

El cáncer, un tremendo adversario, con frecuencia se presenta como un capítulo inesperado y difícil en la vida de una persona. Al momento del diagnóstico, la esperanza puede actuar como ese faro o luz de salvación, en un mar lleno de incertidumbres, ofreciendo la promesa de que mejores días vendrán a futuro. La esperanza empodera al paciente para ver más allá de la obscuridad, adoptando el coraje para confrontar los abrumadores regímenes de tratamiento e incertidumbres asociados a ellos.

Estudios de investigación han confirmado que el mantener una actitud o perspectiva llena de esperanza pueden tener efectos tangibles en la sobrevida por cáncer. Una actitud positiva, tener y sentir fe pueden influir positivamente la respuesta del cuerpo al estrés generado por el diagnóstico de cáncer y la del sistema inmunológico, potenciado o aumentando la efectividad de las intervenciones médicas.  La esperanza motiva a los pacientes a involucrarse activamente en sus planes de tratamiento, adherirse a los esquemas, horarios y a hacer cambios en sus estilos de vida que en general puede influir positivamente en su bienestar y chance de curación.


Esperanza y Resiliencia

La esperanza sirve como un potente mecanismo psicológico que empodera y ayuda a los pacientes a navegar a través del tumulto de emociones que siempre acompañan el diagnóstico de cáncer. Mantener esperanza permite desarrollar un sentido de optimismo logrando confrontar y resolver sus temores y ansiedades más eficientemente. Múltiples estudios han demostrado que las personas con actitud positiva logran desarrollar mecanismos de adaptación emocional, mejor manejo y reducción de los niveles de estrés y una mejor capacidad de adaptarse a los retos que presenta el tratamiento y su recuperación.

El Rol del Bienestar Fisiológico

Sin ninguna duda somos una sola unidad: cuerpo y mente y una influye en la otra en ambos sentidos, positiva o negativamente y su influencia en el viaje que representa el cáncer es innegable. Estudios de investigación han mostrado que la esperanza impacta positivamente nuestras funciones fisiológicas mediante la producción de sustancias o neurotransmisores conocidos como endorfinas, encefalinas y otros químicos beneficiosos, los cuales a su vez potencian el sistema inmunológico y la sensación de bienestar. Aunque la esperanza sola no sustituye los tratamientos médicos, su efecto para aumentar las habilidades del cuerpo para sanar son testimonio de su importancia.

Adoptar un Entorno Social de Apoyo

La esperanza va más allá de aspectos psicológicos individuales extendiéndose en el territorio de las relaciones interpersonales. Familia, amigos y personal médico y paramédico pueden contribuir a crear un entorno que conduzca y este lleno de fe.

¿Como hacerlo? Tomando unos pocos minutos más allá de nuestras obligaciones manifestando en forma sincera empatía, ofreciendo apoyo, ánimo, compartiendo metas, objetivos, respetando al paciente, sus decisiones y permitiéndole participar en ellas.

Creando estas redes de suporte, las personas que están luchando contra un cáncer encuentran un mayor sentido de propósito en su vida y motivación para perseverar, creando las bases holísticas para la esperanza.

Navegando a Través de Incertidumbres y Ambigüedades

Cáncer se acompaña siempre de incertidumbre, la naturaleza impredecible de la enfermedad, su progresión, las respuestas a los tratamientos y sus efectos secundarios son con frecuencia abrumadores. La esperanza actúa como una brújula guiando los pacientes a través de esas aguas inexploradas. Le permite al paciente y su familia establecer metas realistas, encontrar sentido a esa nueva experiencia y enfocarse en aspectos que puede controlar, todo lo cual a su vez mitiga los sentimientos de miedo, desesperanza, frustración, enojo y en última instancia depresión.

Hay que Transformar la Desesperación en Acción

El efecto transformador de la esperanza yace en su habilidad de cambiar la perdida de esperanza en acción. La esperanza empodera al paciente para que se involucre activamente en los planes de sus tratamientos, tome decisiones informadas y cumpla a cabalidad los tratamientos prescritos. Este abordaje proactivo no solo aumenta la eficacia del tratamiento, sino que también cultiva una sensación de personalización y autodeterminación, ambos componentes vitales para finalizar el viaje del cáncer exitosamente.

Conclusión

La intersección creada por la esperanza y el cáncer forma una historia obligada de resiliencia, esfuerzo, solidaridad y espiritualidad muy propia se cada paciente. De acuerdo con como cada paciente confronta los retos creados por el cáncer, emerge la esperanza como un aliado invaluable, influyendo aspectos psicológicos, sensación de bienestar, respuestas fisiológicas, interacciones sociales y la capacidad de navegar a través de la incertidumbre como un todo.

Reconocer el impacto profundo de la esperanza en el paciente y en la red de soporte pavimenta o desarrolla el camino a un abordaje de empoderamiento y más holístico en la experiencia del paciente con cáncer.

Así entonces, jamás debemos arrogarnos el derecho de quitarle al paciente y su familia la esperanza. Para esto, como médicos, estamos obligados a aprender la comunicación de información sensible para el paciente y su familia, sin tergiversar, eliminar la esperanza de un plumazo o crear falsas expectativas. Igualmente es nuestra obligación velar que estos momentos de vulnerabilidad psicológica del paciente y la familia sea aprovechada por inescrupulosos que les ofrecen garantías de curación y vida eterna.


El Dr. Efrain Cambronero Moraga, es cirujano oncólogo con más de 30 años de experiencia en el área de cáncer y miembro fundador del Centro Integral de Oncología (CIO) establecido en el Centro Médico Momentum Escazú. Graduado de la Universidad de Costa Rica en 1984. Obtuvo la especialidad en cirugía oncológica en 1990 y posteriormente realizó estudios de postgrado en la Universidad de Chicago (1994 - 1995), The Meyer Mars International Fellowship de la American Cancer Society enfocado en cáncer de mama, aparato digestivo y piel. Además, cuenta con un postgrado en cirugía oncológica de cabeza y cuello en la Universidad de Miami (1995 a 1997) donde recibió el premio de la Chandler Society Resident & Fellow Scientific Forum.  Si tiene duda acerca del post no dude en contactar al Dr. Cambronero Moraga al: 4052-2410 del Centro Integral de Oncología-CIO. 

Cáncer y Esperanza
Centro Integral de Oncología - CIO 1 de diciembre de 2023
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