Afortunadamente, aunque los nódulos o pelotas en el tiroides son muy comunes, el riesgo de que esos nódulos sean malignos es relativamente bajo, oscilando entre un 10% y un 15%, dependiendo de diferentes factores como sexo, edad, antecedentes familiares y dietéticos.
El cáncer de tiroides más común son los conocidos como bien diferenciados, ya que son muy parecidos a las células foliculares del tiroides normal. La mayoría de los cánceres bien diferenciados son papilares y tienen un curso muy indolente, lo que significa un buen pronóstico, particularmente en grupos de edad que oscilan entre la adolescencia hasta los 50 años. Tienden a ser más agresivos en niños y en adultos mayores.
Como la mayoría de patología tiroidea, el cáncer de tiroides es más común en mujeres que en hombres en una proporción de 3 a 1.
¿QUÉ ES LA GLÁNDULA TIROIDES?
La glándula tiroides es una glándula endocrina cuya hormona está relacionada con el metabolismo de los carbohidratos, lípidos y proteínas. Es un órgano pequeño ubicado en la parte anterior del cuello, fijado a la tráquea y formado por un lóbulo derecho y otro izquierdo unidos por un istmo y, en la mayoría de las personas, un tercer lóbulo conocido como piramidal, constituido por restos embrionarios que se prolongan desde el istmo hacia arriba. En condiciones normales, la glándula tiroides no es palpable, pero cuando aumenta anormalmente de tamaño se le denomina bocio. Los bocios se dividen en bocios difusos cuando hay un aumento homogéneo de toda la glándula, sin nódulos en este caso. Puede ser nodular cuando el crecimiento es de un solo nódulo y casi siempre involucra solo un lóbulo o puede ser multinodular cuando hay más de un nódulo y casi siempre involucran toda la glándula. Estos nódulos o bocios pueden también dividirse en eufuncionantes, cuando la cantidad de hormona tiroidea producida es normal, hipofuncionantes e hiperfuncionantes cuando producen menos o más hormona de lo normal, a estas dos condiciones se les llama hipotiroidismo e hipertiroidismo, respectivamente.
¿CÓMO SE MANIFIESTA UN CÁNCER DE TIROIDES?
Más del 90% de las veces, los cánceres de tiroides se manifiestan como un nódulo o pelota que se palpa u observa en la parte anterior del cuello, la gran mayoría de veces sin ocasionar síntomas. En la era previa al ultrasonido, se encontraban accidentalmente midiendo en promedio unos 2 cm; en estos días, con la mejora en la resolución de las imágenes, una gran cantidad son encontrados incidentalmente por ultrasonidos realizados por otras razones o síntomas que, en su mayoría, no tienen relación con el tiroides. Cuando el cáncer ha crecido en forma significativa y es mayor a los 3 o 4 cm, tiende a invadir la cápsula de la tiroides, saliéndose de la glándula e invadiendo muchas de las estructuras críticas vecinas, por ejemplo, la tráquea, el esófago o uno o ambos nervios laringorecurrentes, encargados estos últimos de darle la movilidad a los músculos que mueven las cuerdas vocales. Así entonces, en enfermedad más avanzada, disfonía (ronquera), disfagia (dificultad para tragar) o disnea (dificultad para respirar) son síntomas frecuentemente encontrados. Es común también, documentar la presencia de metástasis ganglionares en cuello cuando hay cáncer de tiroides que se perciben como múltiples nódulos de tamaño diverso.
En este diagrama se detalla cómo los cánceres de
tiroides suelen presentarse como un nódulo o pelota palpable en la parte
frontal del cuello en más del 90% de los casos.
¿CÓMO SE CONFIRMA LA SOSPECHA DE UN CÁNCER DE TIROIDES?
Además de los síntomas descritos arriba, el examen físico de cabeza y cuello es muy informativo. Por lo general, se palpa un nódulo endurecido en la parte baja y anterior del cuello que al tragar tiende a ascender (al estar fijo a la tráquea la cual automáticamente asciende al tragar). Este último hallazgo es casi confirmatorio de que la masa se origina en el tiroides. Sin embargo, el hecho de que haya una pelota en la glándula tiroides no significa necesariamente que sea maligna; de hecho, como se mencionó arriba, la mayoría de esas masas son benignas. Otros datos en el examen físico del cuello que aumentan la probabilidad o sospecha de que el nódulo en cuestión de la glándula sea maligno, son además del endurecimiento, la poca movilidad a la palpación, esto ocurre por infiltración de tejidos blandos vecinos, particularmente los músculos que están por encima de la glándula, llamados pretiroideos. La invasión y destrucción de uno de los nervios laringorecurrentes del mismo lado del nódulo ocasiona pérdida en la movilidad de la cuerda vocal del lado correspondiente, la que se observa paralizada mediante la laringoscopia, procedimiento que consiste en ver la laringe con un espejo (indirecta) o con un nasofaringoscopio de fibra óptica (directa). Otros hallazgos sospechosos de malignidad es encontrar ganglios aumentados de tamaño y duros en el mismo lado o ambos del cuello. En todas estas circunstancias, un ultrasonido aporta información también valiosa en cuanto a características del tumor y de los ganglios en el cuello, así como su extensión. El siguiente paso para lograr objetivar en lo posible la sospecha diagnóstica es realizar una biopsia por aspiración por aguja fina (BAAF) dirigida por ultrasonido del nódulo en la glándula tiroides y/o en ganglios en el cuello; en la inmensa mayoría de veces, este procedimiento nos confirma el diagnóstico.
Como se mencionó, los cánceres de tiroides más comunes se llaman carcinomas bien diferenciados, los cuales están constituidos en su gran mayoría (85-90%) por el carcinoma papilar. En algunas raras ocasiones, carcinomas muy grandes, con extensas metástasis en el cuello o sospecha de invasión a órganos, requieren otros estudios como un TAC de cuello con contraste.
¿CÓMO SE TRATA EL CÁNCER DE TIROIDES?
El cáncer de tiroides es una enfermedad esencialmente quirúrgica; en la inmensa mayoría de las veces, se curan solo con cirugía, particularmente el carcinoma papilar, cuando esta es bien planeada preoperatoria y técnicamente bien ejecutada. En algunas ocasiones, dependiendo de los hallazgos del reporte de patología luego de la cirugía y según la agresividad del tumor, el yodo radiactivo 131 (I-131) es recomendado para tratar enfermedad microscópica residual en el cuello, cuando el riesgo de recurrencia es alto o bien cuando hay metástasis a distancia de los cánceres bien diferenciados. No en todos los cánceres de tiroides se utiliza I-131; únicamente es útil para los cánceres bien diferenciados (además de papilar, los carcinomas foliculares). Otros tipos de cáncer de tiroides, como el medular, poco diferenciados y anaplásicos, no captan I-131.
La otra parte del tratamiento, para cánceres bien diferenciados, que es tan importante como la cirugía misma, es dar una cantidad de hormona tiroidea, llamada Levotiroxina, a una dosis suficiente para suprimir la hormona que estimula a la tiroides producida por la hipófisis y conocida como TSH por sus siglas en inglés. Esta supresión de TSH es crítica durante los primeros 2 o 3 años y requiere reconocimiento de su importancia por parte del paciente y tomar la Levotiroxina de manera metódica para reducir las probabilidades de recurrencia.
El seguimiento con chequeos periódicos, que incluyen un examen físico del cuello, valoración mediante ultrasonido de cuello y la determinación de los niveles de tiroglobulina y anticuerpos antitiroideos, nos permite detectar y tratar estas recurrencias de manera temprana.
El Dr Efrain
Cambronero Moraga, es cirujano oncólogo con más de 30 años de experiencia en el
área de cáncer y miembro fundador del Centro Integral de Oncología (CIO)
establecido en el Centro Médico Momentum Escazú. Graduado de la
Universidad de Costa Rica en 1984. Obtuvo la especialidad en cirugía oncológica
en 1990 y posteriormente realizó estudios de postgrado en la Universidad de
Chicago (1994 - 1995), The Meyer Mars International Fellowship de la American
Cancer Society enfocado en cáncer de mama, aparato digestivo y piel.
Además, cuenta con un postgrado en cirugía oncológica de cabeza y cuello
en la Universidad de Miami (1995 a 1997) donde recibió el premio de la Chandler
Society Resident & Fellow Scientific Forum. Si tiene duda acerca
del post no dude en contactar al Dr. Cambronero Moraga al: 4052-2410 del
Centro Integral de Oncología-CIO.
Enfrentando el Cáncer de Tiroides: Avances Médicos y Esperanza