Funcionamiento normal y bases generales.
Para comprender inicialmente qué es la leucemia, debe entenderse dónde se originan los productos de la sangre y de qué está compuesta.
Dentro de muchos huesos del cuerpo humano, principalmente en el esternón, cadera y huesos largos, se encuentra la médula ósea (M.O.). Este tejido biológico flexible y esponjoso funciona como fábrica de las células sanguíneas.
Las células sanguíneas que se producen dentro de la M.O. inician como células madre, las cuales pueden luego convertirse en glóbulos rojos (eritrocitos), glóbulos blancos (leucocitos) o plaquetas. Estas células ya maduras son las que ingresan al torrente sanguíneo.
Las plaquetas sirven para la coagulación, generar tapones para detener el sangrado. Los glóbulos rojos son la célula transportadora de oxígeno y los glóbulos blancos son los que se encargan de combatir infecciones y enfermedades inflamatorias (células inmunitarias). Los glóbulos blancos (leucocitos) posteriormente se pueden dividir en neutrófilos, linfocitos y monocitos. Los linfocitos serán los afectados cuando hablemos de leucemias. Para complementar todas las células, la parte líquida de la sangre se le llama plasma y está compuesto por diferentes vitaminas, minerales, proteínas, hormonas, entre otros.
Tipos de Leucemia
La leucemia como tal es un término general para referirse al cáncer de la sangre, específicamente de los linfocitos. Existen 4 tipos generales y cada uno tiene presentaciones diferentes, al igual que tratamientos.
- Leucemia Linfocítica Aguda (LLA)
- Leucemia Mieloide Aguda (LMA)
- Leucemia Linfocítica Crónica (LLC)
- Leucemia Mieloide Crónica (LMC)
La médula divide sus funciones en formación de células mieloides (eritrocitos, plaquetas, algunos leucocitos) y linfocíticas. Una alteración en ese proceso puede conllevar a leucemias mieloides o linfocíticas, respectivamente.
Todas las formas de leucemias agudas están compuestas de células jóvenes que se conocen como linfoblastos o mieloblastos. Las formas agudas de leucemia avanzan rápidamente sin tratamiento. Las variantes crónicas tienen pocas o ninguna célula blástica, razón por la cual la LLC y la LMC a menudo progresan lentamente en comparación con las agudas, incluso sin tratamiento inmediato.
Las causas exactas de por qué sucede una alteración dentro del proceso de formación de estas células no se sabe en la mayoría de los casos. Lo que sí se sabe es que una vez que el proceso se daña, las células leucémicas, en el caso de LLA y LMA, se pueden multiplicar en millones, sin embargo, no son funcionales, y poco a poco van desplazando a las células normales.
En el caso de LMC, los glóbulos rojos se presentan como un conteo bajo, produciendo anemia; los glóbulos blancos y plaquetas aumentan en grandes cantidades y, a pesar de ser funcionales, este aumento en cantidad es contraproducente.
En la LLC, lo que sucede es que las cantidades de linfocitos que se produce son demasiadas, y a la vez, no funcionales. Poco a poco van sustituyendo el resto de células funcionales hasta interferir con el sistema inmunitario del paciente, generar anemia, disminución en plaquetas y afectar la coagulación.
Presentación de la enfermedad
Síntomas tales como cansancio, dificultad para respirar, piel pálida, fiebres nocturnas, lentitud en la cicatrización, moretes sin motivo claro, puntos rojos en la piel, dolores de hueso o articulaciones, entre otros. En algunos casos como LLC y LMC, los pacientes pueden no tener ningún signo o síntoma y encontrarse en el hemograma alteraciones como hallazgo incidental.
El diagnóstico se hace por medio de un hemograma completo. Dentro del mismo puede haber niveles muy altos o bajos de los glóbulos blancos, así como anemia o alteraciones de las plaquetas.
La confirmación de los tipos de leucemia se puede realizar por medio de biopsia o aspiración de médula, exámenes genéticos, anomalías cromosómicas, entre otros.
Tratamiento
El médico encargado es el Hematólogo y se encarga de dirigir el tratamiento ya sea referirlo a Cirugía para diagnosticar con biopsia o eliminar la masa completamente, fármacos como quimioterapéuticos, terapias hormonales, inmunomoduladores, esteroides, terapias dirigidas, Radioterapia, Trasplante de médula, medicamentos nuevos en ensayos clínicos, etc.
El Dr. Willem Buján
Boza MBA es un destacado especialista en Hematología-Oncología y uno de los
miembros fundadores del Centro Integral de Oncología. Graduado en Medicina y
Cirugía por la Universidad de Ciencias Médicas en 1986, posteriormente completó
su especialidad en la Universidad Libre de Bruselas, Bélgica, en 1994. Su
dedicación a la medicina es notable, ya que también desempeña un papel
fundamental como profesor en la Escuela de Medicina de la Universidad de Costa
Rica. Además de su formación médica, el Dr. Buján Boza posee una Maestría en
Administración de Empresas con énfasis en calidad, obtenida en 2002, y
actualmente está cursando una Maestría en Epidemiología en la Universidad
Nacional de Costa Rica. Su compromiso con la excelencia médica se refleja en su
membresía titular en la Academia Nacional de Medicina. Dentro del campo de la
Hemato-Oncología, se especializa en trasplantes de médula ósea y muestra un
gran interés en la investigación, con múltiples proyectos activos,
presentaciones y publicaciones científicas en revistas internacionales. El Dr.
Buján Boza es una figura destacada en la comunidad médica y un activo valioso
en la lucha contra el cáncer en Costa Rica. Si tiene duda acerca del
post no dude en contactar al Dr. Buján Boza al: 4052-2410 del Centro
Integral de Oncología-CIO.
LEUCEMIA